miércoles, 5 de marzo de 2014

SUBIDA AL TEIDE

Así es. Prácticamente recién llegado de mis vacaciones con Patri (¡Qué pasa muyaya...!), os voy a contar como es una de las ascensiones más largas de toda Europa.

Para abandonar aunque sólo fueran unos días los fríos de la península pusimos rumbo a la isla de Tenerife. Para los ciclistas del resto de Europa Tenerife es un paraíso en esta época del año, hasta allí viajan infinidad de ciclistas que copan sus carreteras, de hecho es habitual que muchos ciclistas profesionales hagan allí sus concentraciones invernales. En mi caso puede ver a gente del Movistar, Astaná, Lampre y Katusha. Y es que el archipiélago reúne multitud de cualidades deseadas por los ciclistas: buen tiempo, desnivel y altitud. Al ser una zona de mucho turismo la concentración de coches en la carretera es elevada, aunque siempre hay excepciones. Pero esto lo compensan los impresionantes paisajes que adornan la isla, que cuenta con un entramado de carreteras en ocasiones espectaculares, como la subida de Masca colgada en un desfiladero.

Altimetría de la subida de Masca (www.altimetrias.net)

Carretera de Masca

Altimetría del Pico del Ingés por San Andrés (www.altimetrias.net)

Foto de la subida por San Andrés al Pico del Inglés

Altimetría de la subida a Teno Alto (www.altimetrias.net). Antes de El Palmar hay 5 km de subida

Curioso socavón en El Palmar desde la subida a Teno Alto
 

Como no podía hacer todos los puertos de Tenerife y estaba allí para descansar, me centré en una ruta que no podía faltar en mi historial ciclista, y por eso elegí la ascensión al Teide.
La primera incógnita antes de marchar fue si llevarme mi bici o alquilar una allí, pero un vistazo a los precios de los alquileres por internet me hizo decidirme rápidamente. Por 23 € podía disponer de una bici de carretera para un día, las solución perfecta. Como esto allí es un negocio existen varias empresas dedicadas a esto. El único inconveniente es que algunas no alquilan por menos de 3 días y las que lo hacen por un solo día no dejan reservar, por lo que en mi caso me tocó presentarme en la tienda a primera hora y ver si había suerte, pues están en temporada alta y el trajín era considerable. Tuve suerte, ¡menos mal!, y pude disfrutar de una Canyon más ligera que la mía y con mejores componentes (Ultegra).

 

Después de un desayuno en el aparthotel a base de pan tostado en la sartén con mantequilla y untado con mermelada, cruasanes de chocolate y café con leche, empecé la ascensión desde la misma puerta de nuestro alojamiento, prácticamente al nivel del mar, en Puerto de la Cruz. Una cosa que me gustó es que pude salir en manga corta estando en febrero, aunque me llevé un arsenal de ropa por si acaso porque el día anterior, mientras subimos en coche, nos metimos un buen rato en las nubes y hacía bastante frio. Como he dicho, Puerto de la Cruz y todos los pueblos de las laderas del volcán están en pendiente, así que toca tirar de riñones nada más empezar, aunque son rampas aceptables. El comienzo es un pelín estresante, pues hay mucho tráfico, no me quiero ni imaginar cómo debe ser en verano. Pasados 4 km llegamos al pueblo de La Orotava, este con más pendiente, más tráfico y más semáforos. Me lo tomo con filosofía, no me puedo permitir estresarme con lo que me queda por delante. En este pueblo me encontré varias rampas del 7-8% que no eran ninguna broma. Por suerte para mí, ningua de esas rampas fue lo suficientemente continuada como para desanimarme. Los pueblos o barrios se juntaban unos con otros, por lo que los primeros kilómetros los haces entre casas, escuelas y bares, cosa que no está mal por si te tienes que avituallarte en algún momento. Un pequeño tramo de descanso, que no de llano, me dejó un momento para echar un vistazo a la izquierda y ver el océano y Puerto de la Cruz, la altura se empezaba a notar y debía llevar aproximadamente unos 10 km. Lo que para cualquier otro día habría sido un buen puerto, para ese día no había sido nada más que el calentamiento, sólo con pensar en que aún me quedaban 30 km de subida me mareaba, sencillamente no asimilaba la distancia. Con estos pensamientos llegué a Aguamansa, el primer punto de inflexión de la subida, a partir de aquí ya no hay más pueblos, se termina la civilización, cambia el paisaje y el tráfico se reduce hasta no molestar para nada. En él me hidraté en una fuente al pie de la carretera a mano izquierda y comí algo, aunque no estaba cansado todavía, mi cuerpo agradeció estas paradas para oxigenarse. Antes de arrancar eché un vistazo al GPS para ver que estaba a 970 metros de altura y que llevaba unos 17 km, empezaba otra subida más bonita aún.
El primer tramo después de Aguamansa es prácticamente llano, con lo que afrontaba lo que me restaba de subida aún con energías, y es que el Teide puede ser muy largo, pero ninguna rampa ni ningún kilómetro te deja sin aliento, es una subida "para todos los públicos" que se puede subir a un ritmo constante sin dejarte los riñones en la carretera. Con el escaso tráfico y los bosques de pinos adornando la carretera empecé a disfrutar aún más de la subida. Los kilómetros iban pasando entre curvas y alguna recta un poco puñetera y en torno a los 1300 metros de altitud hizo acto de presencia la nieve a los lados de la carretera así como una sensación extraña que me recordaba a no sé muy bien que, sin estar cansado me costaba más darle a los pedales. Supuse, que aunque estaba acostumbrado a subir hasta esa altitud, no lo estaba a subirla integra desde el nivel del mar, me estaba afectando la altura, es curioso, no recuerdo que me haya pasado nunca, ni en el Gran San Bernardo a 2400 m. Supongo que no es lo mismo dormir al nivel del mar que a 1035 m como está Chamonix. En cualquier caso no supuso ningún agobio, si no tienes prisa es algo que puede ser ignorado. Con mi nuevo estado de forma adquirido con la altitud decidí parar a comer otro poco, no fuera a ser... y vi que las nubes que me preocuparon el día anterior quedaban mucho más abajo y no me iban a molestar. Ya no veía el océano ni los pueblos, me empezaba a sentir lejos de cualquier parte, pero entre curva y curva asomaba de vez en cuando el pico del Teide nevado para mantenerme concentrado en su ascensión. Durante toda la subida la carretera está perfecta y eso ayuda a ahorrar esfuerzos. Poco a poco cogía cada vez más altura y prueba de ello era la acumulación de nieve en las laderas y a los dos lados de la carretera, todo eso hacía que disfrutase aún más. Así que, con algún descanso incluido, llegué al otro punto de inflexión de la subida, Las Cañadas del Teide, una explanada donde unos metros antes te puedes desviar hacia el observatorio astronómico o a San Cristobal de la Laguna (otra vertiente del Teide) y en el que hay un bar-restaurante atestado de gente y autobuses. Llegado a este punto en el que había subido 2050 metros y llevaba 35 km, la vegetación desaparece por completo, el paisaje se vuelve completamente marciano y lo mejor para los ciclistas es que apenas queda subida para coronar, pues son todo explanadas con falsos llanos. Aún así me aticé la última barrita por si acaso y con la moral por las nubes empecé a avanzar decididamente hasta arriba, por fin sentía que el final estaba cerca. La sensación que tuve por esta tramo fue de pedalear por Marte con todas esas piedras volcánicas y restos de magma a mi alrededor, además, perece mentira que estén esas explandas a esa altitud, aunque también había aunténticos socavones. Por fin, con un último kilómetro en descenso que a la vuelta me fastidió bastante y los últimos 100 m al 12% llegué al teleférico que te sube casi hasta el cráter. Conseguido, ya tengo en mi poder otra cima espectacular conquistada. Hasta el teleférico estuve subiendo durante 4 horas contando las paradas para hacer 44 km de subida. Ya sólo me quedaba abrigarme para disfrutar en la bajada, la cual me costó sensiblemente menos, unos 47 minutos.
 
En total fueron 89'04 km con 2387 m ascendidos a una media de 18'6 km/h en 4h 47' y con la sensación de poder haber subido incluso más, no sé si llegaré en condiciones a mi gran objetivo, pero desde luego me encuentro mucho mejor que cualquier año y con eso ya estoy muy satisfecho.
 
 
Por cierto, me hizo una temperatura media de 17 ºC y ¡ya se me marca el moreno!.
 

Primeros metros de la subida

Primera aparición del pico del Teide

Las nubes abajo, pero más abajo aún está la costa

Primeros tramos nevados

últimas rampas

El pico desde San Cristobal de la Laguna

 Una de las explanadas de arriba

La explanada con gravilla y nieve

Un valle en lo más alto (sin contar el cráter)
 
Ultimos kilómetros

Desvío del teleférico

Acceso al teleférico

4 comentarios:

  1. Muyalleyuyellallo o traducido orgullosa me hallo ;) es un placer acompañarte (en la distancia) en estas aventuras. Un besete

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  2. Hola!!! Me podrías decir (si lo recuerdas) donde alquilaste la bici de carretera?

    Un placer leerte! un saludo

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    Respuestas
    1. Hola Sandra!. Muchas gracias por leerme,perdona por la tardanza en contestar. Si no me falla la memoria acudí a esta tienda de alquiler:
      http://www.mtb-active.com
      Calle Puerto Viejo 44 - Edf. Don Juan - 38400 Puerto de la Cruz - S/C Tenerife
      (0034) 922 376 081
      Están cerca de la estación de autobuses.

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