APUNTADO PARA LA PUERTOS DE LA RIBAGORZA

De nuevo, un año más y ya son tres, voy a disfrutar de esta bonita prueba. Unos 185 km y 2700 m de desnivel positivo. Será un entrenamiento perfecto de cara a la Luchon - Bayona, aunque faltando sólo un mes para ésta debería llevar más kilometradas encima. Cuando estos eventos anuncian las fechas oficialmente lo primero que hago es echar un vistazo a mi calendario laboral, y lo segundo es mosquearme, puesto que seguramente trabajaré. En esta ocasión no iba a ser menos y me coincide trabajando de noches todo el fin de semana.

Con este calendario trabajo tres de los cuatros fines de semana del mes y no puedo pedir vacaciones, puesto que están incluidas en mis días de fiesta a lo largo del año, por lo que lo único que nos queda es cambiarle el día a un compañero. Otro día escribiré sobre las cosas buenas de este calendario, que las tiene.

Siendo la carrera en sábado tengo varias opciones:
 

 - Trabajar la noche del viernes, ir a la carrera sin dormir y volver a trabajar la noche del sábado, sin dormir, de nuevo, hasta las 6:30 de la mañana. DESCARTADO.

 - Cambiar la noche del sábado con un compañero para tener fiesta. Esto quiere decir: trabajar la noche del viernes e ir a la carrera sin dormir, pero pudiendo descansar posteriormente. Me lo he pensado mucho pero al final: DESCARTADO.

 - Cambiar la noche del viernes con un compañero para tener fiesta. De esta manera dormiré como Dios manda antes de la carrera y llegaré en condiciones, pero después de semejante paliza, lejos de descansar, me tocará ir a currar y pasarlo realmente mal. Miedo me da, pero creo que la opción más lógica. APROBADO.

 - Otra opción es cambiarle a un compañero viernes y sábado, pero todos los cambios hay que devolverlos y eso significaría tener que trabajar, casi seguro, mi único fin de semana de fiesta del mes. Prefiero tener que devolver un solo día. En este caso he hablado con un compañero y ya tengo mi día de fiesta para el viernes 30 de mayo. Y a cambio, ya sé también que tengo que tengo que devolver el día en mi fin de semana de fiesta de febrero.

Recuerdo que para mi primera Puertos de la Ribagorza, y por tanto mi primera marcha de gran fondo, me tocó levantarme a las 4:45 de la mañana siguiente para ir a trabajar, ¡y eso si que fue realmente duro!.

Bueno, no sé si os habéis enterado de algo, lo cierto es que es un poco farragoso, pero simplemente quería mostrar la dureza "extra" que tienen estas pruebas para los trabajadores con horarios diferentes a los habituales de lunes a viernes. Ésta no reside en pedirle el favor a un compañero, si no en la falta de descanso anterior y posterior, o la ausencia total de éste. En muchas ocasiones toca sacrificarse y pasar mucho sueño y cansancio. A veces me ha tocado ir sin dormir a alguna marcha de Barbastro, acostarme a las 3 p.m., dormir 5 horas y por la noche ir otra vez a trabajar. Otras, ir directamente de la línea de meta a trabajar empapuzándome la comida por el camino. Para más fastidio mío os diré que mi trabajo es muy físico y estoy la mayor parte del tiempo de pie. ¿Para qué pedir más?. Por todas estas razones el año pasado sólo realicé una marcha de larga distancia. Y me temo que este año será muy parecido sin contar mi gran objetivo. Pero bueno, ya sabéis lo que se dice: sarna con gusto...

 

¡Ah, se me olvidaba!, Siempre puedo pedir un día de asuntos propios de los dos de los que disponemos, pero este año le debo 4 días a la empresa, por lo que no es cuestión de endeudarme más, ¡una locura!.